Hace 15 días, el Presidente libertario se había ausentado de la foto del G20 realizado en Brasil para marcar sus diferencias con el anfitrión
Ya es una tradición que las cumbres presidenciales terminen con la coloquialmente conocida como «foto de familia». Este viernes, al concluir la cita del Mercosur en Montevideo, en la que Javier Milei recibió la presidencia pro tempore del bloque regional, el gran ausente cuando la organización tomó la imagen fue el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
La delegación del país vecino informó que Lula debió retirarse por cuestiones de agenda, aunque, extraoficialmente, muchos tomaron el gesto del dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) como una «devolución de gentilezas» por el faltazo del libertario a la foto que cerró la reciente cumbre del G20 que se celebró el mes pasado en Río de Janeiro.
En aquella ocasión, la Cancillería argentina también había argumentado «razones de agenda» para justificar la ausencia del líder de La Libertad Avanza, quien ha tenido cortocircuitos dialécticos con su homólogo brasileño desde que accedió a la Casa Rosada, el 10 de diciembre de 2023.
Milei llamó varias veces «corrupto» y «comunista» a Lula, quien le exigió al Gobierno argentino, sin éxito, que el Presidente pidiese disculpas a él y a su país.
Este viernes, el brasileño fue representado en la foto final por su ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, quien posó en la imagen a la izquierda de Luis Lacalle Pou, minutos después de que el presidente de Uruguay traspasara a Milei la presidencia por seis meses del bloque que integran su país, Argentina, Brasil y Paraguay, con Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Bolivia como estados asociados.
En su primera participación en una cumbre del Mercosur, en la que se anunció un histórico acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE), el mandatario argentino pronunció un ácido discurso en el que planteó la posibilidad de que cada integrante del bloque sudamericano pueda promover convenios con terceros sin la necesidad de tener que pedir permiso a los demás miembros.
«El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas ni su potencial importador», sostuvo.
«Me gustaría invitarlos, como hermanos que somos, a que abramos los ojos y seamos honestos intelectualmente: aceptemos que este modelo está agotado y busquemos una nueva fórmula que nos beneficie a todos, para que todos podamos comercializar más y mejor, porque es el comercio lo que genera prosperidad y lo que va a terminar con el gran flagelo latinoamericano, que es la pobreza abyecta de nuestros pueblos», expresó Milei ante sus pares regionales.